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Turbante patrimonio


¿De qué trata la campaña “Turbante Patrimonio”?

El turbante es mucho más que una prenda: es memoria, dignidad y resistencia. En África, ha representado por siglos el estatus social, la sabiduría y el ciclo de la vida. En América, especialmente entre las comunidades afrodescendientes, se transformó en un símbolo de supervivencia, coraje e identidad cultural, un verdadero uniforme de rebelión frente al despojo, la esclavización y el silenciamiento de nuestras raíces.

Cada forma de envolverlo, cada color, cada estampado, cada pliegue, cuenta una historia. Sus significados varían según el país, la comunidad étnica, las costumbres o la religión de quien lo porta. Y aunque tiene muchos nombres a lo largo y ancho del continente africano, el mensaje es uno: el turbante es territorio simbólico de poder y ancestralidad.

En Colombia, en las últimas dos décadas, el uso del turbante se ha afianzado como una expresión de empoderamiento, especialmente entre las mujeres afrodescendientes y también entre otras mujeres que han reconocido su valor histórico, estético y político.

Festividades como el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez en Cali, celebrado cada agosto desde  año 1996 y las tradicionales Fiestas de San Pacho en Quibdó. Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación (2011) y de la Humanidad (2012) han sido escenarios clave para la masificación y resignificación del uso del turbante, posicionándolo como un ícono de orgullo cultural afrocolombiano.

¿Cuál es nuestro propósito?

La campaña “Turbante Patrimonio de Colombia para el Mundo” nace como una iniciativa de justicia histórica y cultural. Buscamos que el turbante sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, no solo por su valor estético o tradicional, sino por su profundo contenido simbólico como expresión viva de autenticidad, resistencia, identidad, espiritualidad y legado de práctica social ancestral.

Además, promovemos la creación de una red de mujeres sabedoras, emprendedoras y portadoras del turbante,  que proteja este conocimiento, impulse procesos económicos comunitarios y visibilice la sabiduría que habita en cada tejido.